Los Cuadernos

Cada cuaderno está dividido en secciones, en cada una de las cuales se proponen tareas muy específicas que siguen una secuencia determinada. 

Cada sección está precedida por una portadilla ilustrativa sobre a la tarea específica que el niño va a realizar, y con un color indicativo común que diferencia cada una de esas secciones para servir de referencia tanto al niño como al adulto. Las imágenes de las portadillas están diseñadas para estimular en el niño funciones denotativas y connotativas, ayudándole a anticipar y comprender visualmente el tipo de tarea que va a realizar, asociada simbólicamente a una acción de la naturaleza, como la lluvia, deslizarse por una pendiente, direcciones de movimiento de animales, etc.

El útil que se utilizará preferentemente en las actividades del cuaderno será un lápiz de mina relativamente blanda. Se recomienda un lápiz con dureza nº 2 ó nº 2½ según la numeración americana, o entre B y HB según el sistema europeo. Excepcionalmente y solo al comienzo del programa se pueden usar lápices de mina más blanda o de tipo crayón.

El lápiz ha de sostenerse entre el índice y el pulgar. El dedo mediano sirve de apoyo.  Los otros dedos descansan suavemente sobre el papel guiando la mano. Los dedos no deben deslizarse excesivamente hacia la parte inferior del útil, hasta el punto de casi tocar el papel.

La muñeca se apoya sobre la mesa facilitando la continuidad entre el antebrazo y la mano.

La espalda ha de estar lo más erguida posible levemente inclinada hacia delante, sin sentarse al borde de la silla. Ambos pies han de apoyarse en el suelo. El peso del cuerpo ha de desplazarse al lado del apoyo (el opuesto al de escritura) dejando la otra mano liberada y disponible. La mano de apoyo ha de estar sobre la mesa (mejor si se sujeta el cuaderno para que no se mueva) y el pie correspondiente firmemente apoyado en el suelo. El brazo que traza ha de quedar en una posición paralela a los bordes laterales del papel.

El cuaderno se pondrá siempre en posición vertical al eje del cuerpo del niño, es decir, paralelo al borde de la mesa, sin inclinarlo. Estará ligeramente desplazado hacia la derecha en niños diestros, así como hacia la izquierda en niños zurdos.

En general las actividades no deben ir acompañadas de exigencia de precisión. Cualquier propuesta de mayor control en la precisión del trazo en los cuadernos solo debe abordarse después de que el niño haya hecho varios ensayos con éxito en lo general. 

En general hay que evitar abusar del tiempo dedicado a la actividad y ser demasiado perfeccionistas en el resultado.

Más Informacion

En las actividades propuestas de los cuadernos se ha de facilitar un ambiente lúdico y gratificante, con el apoyo y la mirada activa personal del adulto, capaz de apreciar su avance y dispuesto a intervenir ante las dificultades que se presenten. 

Actividades preparatorias y de refuerzo: Se realizan en pizarra o en hojas de papel en blanco, y son muy recomendables antes de comenzar con los niveles uno y dos, antes de comenzar las series de trazos dinámicos y estáticos. También se pueden usar cuando aparecen dificultades y bloqueos. Privilegian especialmente la interacción de los educadores con los niños y niñas así como el factor lúdico.